Email marketing: cuatro claves que mejorarán el rendimiento de tus campañas

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Email marketing: cuatro claves que mejorarán el rendimiento de tus campañas

El email marketing se ha establecido como una de las mejores campañas posibles en el marco publicitario de cualquier modelo de negocio. No es para menos: el correo electrónico es un canal directo con el que podemos interactuar con toda la base de suscriptores que hemos creado. De este modo, tenemos la posibilidad de presentar las ofertas que hemos diseñado, las noticias más relevantes de nuestra empresa y, en definitiva, cualquier clase de novedad que tenga interés para la marca. El destinatario nos verá en su bandeja de entrada, lo cual hará que calemos en su conciencia; pasando a estar presentes en su día a día. No obstante, para que esta estrategia tenga éxito es necesario actuar con inteligencia y llevar a cabo una serie de pasos preestablecidos.

 

La importancia del asunto en el email

La tasa de apertura de una campaña de marketing atiende al número de receptores que terminan abriendo el correo cuando llega a su bandeja de entrada. Si nadie nos lee, darán igual el resto de las técnicas que apliquemos. De hecho, uno de los riesgos más notorios es terminar en la bandeja de spam; ya que todos los correos que vayamos enviando a partir de entonces no llegarán ni tan siquiera a su listado de “recibidos”. En este orden de ideas, el papel del asunto de un email resulta esencial.

El asunto debe ser impactante y atractivo, animando al destinatario a hacer clic para así comenzar a leer todo lo que le hemos preparado. Bien, ¿cómo conseguir esto? Una de las opciones más destacadas es la de aplicar una escritura basada en la curiosidad, utilizando preguntas que tu público querrá responder al abrir el correo.

De igual modo, aplicar la diversión o la urgencia en el asunto del correo también suele traer consigo resultados de lo más satisfactorios. Eso sí, trata de mantener la claridad en todo momento; de lo contrario, el usuario no entenderá bien lo que le estás contando y te ignorará por completo. Nadie quiere pararse a pensar cuando recibe el correo de una marca. Por lo que la clave está en encontrar un término medio entre lo original y lo tradicional, derivando así en que el destinatario se vea animado a dar ese ansiado clic.

 

Genera interés mediante una buena estructura

Conseguir que entre en el email representa la mitad del camino en este tipo de campañas publicitarias: la otra mitad es redactar adecuadamente el contenido. Para ello, te aconsejamos que sigas siempre una misma estructura, aunque vayas cambiando el texto y los recursos gráficos en cada caso. Una técnica que te ahorrará tiempo y que optimizará tu imagen de marca.

El primer punto que se debe valorar es la creación de un título impactante, acompañando así la buena impresión que hemos generado con el asunto. Posteriormente, pasaremos a un párrafo introductorio en el que contamos a rasgos generales la razón de ser del mail en cuestión. En el apartado más amplio del correo, es conveniente nutrirse de datos, testimonios y estadísticas, dando rigor científico a cada una de las palabras que vamos empleando. Unas palabras que deben mantener un tono sencillo y directo con la audiencia.

Una vez hemos contado todo lo que queríamos contar, hay que añadir aquellos beneficios asociados a la compra de nuestros productos o servicios. Cerrando así con una llamada a la acción y su respectivo enlace a nuestra página web. Algo que va a repercutir de forma directa en el tráfico que generamos en nuestra plataforma y, por extensión, en el margen de ventas.

 

El valor de vender sin vender

Hasta no hace mucho, la publicidad consistía en anunciar elementos asociados al producto en cuestión o a las ofertas que lanza una empresa. No obstante, con la llegada de técnicas de la talla del inbound marketing y el neuromarketing, esto ha dejado de ser así. De hecho, hoy en día lo mejor es recurrir a la empatía con el lector y transmitir nuestros valores de marca.

Así pues, te recomendamos que tengas muy claro a quién te estás dirigiendo en cada caso. Es decir, que te intereses por sus aficiones, sus inquietudes y sus deseos. Al hacerlo, tu grado de precisión en cada correo será muy superior, lo cual incrementará con creces el tiempo de lectura del email y, por supuesto, el éxito de la campaña en general.

El lenguaje coloquial con sus respectivos emojis, los saludos y despedidas personalizadas o las ventajas exclusivas para ciertos destinatarios son algunas de las pautas más destacadas en esta materia. Porque el marketing digital ya no se basa en dirigirse a una audiencia masificada e impersonal, sino que va a lo concreto. Es la mejor manera de interactuar directamente con tu público y demostrar que estás siempre a su lado.

 

Sistemas modernos para automatizar campañas

Entre todos los consejos que te podemos dar a la hora de elaborar una campaña de email marketing, la automatización de procesos es la más destacada de todas. Cada uno de los elementos que hemos analizado hasta el momento te van a llevar tiempo en su desarrollo. Por consiguiente, es de agradecer que se hayan diseñado programas con los que se puede evitar perder un solo minuto más en realizar los consecuentes envíos.

Cuanto mayor sea la base de datos de tu empresa, más complicado será mandar todos los correos de forma masiva. Es en este punto donde entran los softwares para el envío de emails. Unas plataformas en las que simplemente hemos de introducir el asunto y el texto que queremos mandar (con sus respectivas imágenes y elementos gráficos), la dirección de los destinatarios y programar una fecha y una hora concretas. En consecuencia, ya no tendrás que estar pendiente de cuándo salen tus correos: la aplicación lo hará por ti.

Así pues, te animamos a que estudies detalladamente cuáles son las mejores herramientas para el email marketing. De ello va a depender en gran medida el éxito de tus campañas. La automatización de procesos es algo inherente a todas las áreas de la gestión empresarial y algo tan importante como el envío de correos electrónicos no podía ser la excepción.