Enlaces rotos en SEO: estas claves ayudan a corregirlos adecuadamente
¿Son los enlaces rotos uno de los mayores ‘enemigos’ del posicionamiento en buscadores? Gran parte de la comunidad SEO suscribiría esta afirmación porque los enlaces, sean internos o externos, construyen el link building del sitio web, parte indispensable de cualquier estrategia SEO y del marketing online en general.
Denominados también como links caídos o muertos, los enlaces rotos en SEO son perjudiciales. Entre otros daños, provocan un ‘goteo’ de visitantes orgánicos y referidos, desaprovechan el presupuesto de rastreo y empeoran la experiencia del usuario. En las últimas dos décadas, el ciclo de vida medio de un enlace ha sido de dos años, según un estudio publicado en 2003 que fue corroborado por otro realizado en 2016 por Yahoo.
Clicar en un enlace roto significa acabar en una página de error 404, que no siendo un callejón sin salida, supone una decepción para el usuario que navega en busca de información, productos o servicios concretos y no del mensaje «la página que buscas no existe». Es una situación indeseada, que los webmasters pueden evitar con una serie de buenas prácticas, detalladas en las siguientes líneas.
Enlaces rotos, una amenaza para la UX, las conversiones y el SEO
Un enlace roto es aquel que conduce a una página web sin contenido almacenado en los servidores del sitio web o que temporalmente es inaccesible por diversas razones. En concreto, los usuarios que clican en este tipo de links ven interrumpida su navegación por las siguientes causas:
- La página no pudo ser encontrada (es el clásico error 404), porque su contenido fue eliminado o no se encuentra disponible en los servidores. Esta incidencia afecta no sólo a páginas completas, sino a recursos específicos como imágenes, PDFs o vídeos.
- El servidor devuelve errores «400 Bad Request», por ser incapaz de procesar la URL de la página debido a un problema en la misma.
- Similar al anterior: la página no puede ser encontrada porque la URL asociada al hipervínculo contiene errores en su slug, el protocolo, etcétera, o la dirección de la página fue modificada recientemente, sin que Google o la web responsable del enlace haya actualizado la URL.
- La conexión con el contenido no se produce debido al tiempo de espera excesivo, quizá porque el servidor web ha agotado sus peticiones HTTP.
Respecto a su impacto en usuarios y googlebots, los enlaces rotos web también causan un perjuicio notable. En primer lugar, reducen las tasas de adquisición, pues los visitantes reciben los errores 404 como un ‘jarro de agua fría’; esta mala experiencia repercutirá en su percepción de la marca y podría no volver a regresar al sitio web en cuestión. Además, las conversiones también disminuirán a causa de los enlaces rotos. ¿Cómo rellenar un formulario, comprar un producto o contratar un servicio si este no está disponible? Esta posible venta pasará a engrosar la tasa de rebotes.
El desperdicio del crawl budget o presupuesto de rastreo es otra de las consecuencias negativas de los enlaces muertos en SEO. Cada motor de búsqueda (Google, Bing, Yandex) asigna un límite de URLs que pueden rastrearse de una vez; si existen demasiados links caídos, esta preciada cuota se desaprovecha, en detrimento de la indexación de páginas internas en el buscador.
En vista de lo anterior, cabría pensar que los buscadores sancionan duramente los enlaces rotos, ¿verdad? A decir verdad, no. De hecho, el Webmaster Trends Analytics de Google, John Mueller, relativizó la importancia que los googlebots conceden a este tipo de enlaces: «la web va cambiando, y a veces los enlaces antiguos se rompen. A Google no le quita el sueño la existencia de enlaces rotos. Si encuentras cosas como estas, yo las arreglaría principalmente para tus usuarios, para que puedan acceder a la totalidad de su web. Yo no trataría esto como algo que necesitas hacer por cuestiones de SEO: realmente, es más como cualquier otra gestión asociada a la página web».
Con todo, arreglar los enlaces rotos debería ser una prioridad para los webmasters y especialistas en SEO, considerando el perjuicio que estos links ‘a ninguna parte’ ocasionan al posicionamiento web.
Lo primero, el rastreo: 6 herramientas útiles para detectar enlaces rotos
En cualquier web, independientemente de su tipo, comprobar enlaces rotos de forma manual es inviable en el caso de los externos y tedioso en el de los internos. Para ello, existen herramientas específicas como SE Ranking, una suite de utilidades para SEO como Backlink Checker, que permite verificar los enlaces externos de un dominio de forma rápida y eficiente. Muestra datos como la ubicación de los hipervínculos (de acuerdo a sus IPs), la distribución de su anchor text y otras informaciones de interés.
Con seguridad, la herramienta de enlaces rotos más utilizada en la comunidad ‘marketera’ sea Search Console. Este servicio gratuito de Google incorpora, en otras funciones de interés, un informe sobre errores de redirección (situado en portada, al clicar en ‘Detalles’) donde se muestran los errores 404 que el sitio web está devolviendo a sus visitantes.
Incluso dentro de CMS como WordPress existen utilidades de análisis de enlaces rotos como Broken Link Checker, un plugin desarrollado por WPMU DEV para supervisar los distintos enlaces internos y externos de un sitio web, con un fuerte enfoque hacia los hipervínculos muertos, las imágenes caídas, las redirecciones, etcétera.
Como alternativa a los anteriores, Sitechecker es una herramienta con opciones de pago y prémium para rastrear errores 404 y otros indicios de enlaces caídos; permite analizar hasta 1.000 páginas sin coste. Por su parte, el portal BrokenLinkCheck.com abarca un mayor número de funciones SEO, además de posibilitar la búsqueda de links muertos en hasta 3.000 de forma gratis.
Por último, Screaming Frog SEO Spider dispone igualmente de recursos para chequear las páginas y contenidos que devuelven errores 404 y otras irregularidades con los enlaces internos y externos.
Manos a la obra: las redirecciones 301 y 302 son aliados contra los enlaces muertos
Identificados los enlaces problemáticos, los webmasters sólo deben restaurar esas páginas y archivos con una URL idéntica a la indexada en el buscador, para así mantener el tráfico orgánico proveniente de ellas. Pero esta solución sólo es viable en los links internos, pues la edición de los externos depende del buen hacer de terceras partes.
Antes de realizar redirecciones 301 y 302, se debe contactar a los propietarios de las webs que contengan los backlinks afectados, para instalarles a corregir los errores en la URL. Aunque esto supone una molestia para la otra parte, también es un perjuicio para ella mantener hipervínculos inútiles en su espacio web. En el email de contacto se le deberá recordar el perjuicio que esto supone y la idoneidad, para ambas partes, de corregir el enlace o enlaces incorrectos.
Sin embargo, estos contactos a puerta fría no siempre tienen éxito. Los portales de noticias, foros, etcétera, reciben un flujo constante de emails en este sentido, y no todos sus administradores están dispuestos a molestarse en reparar 2-3 enlaces de terceros, aunque en ocasiones decidan actuar en este sentido.
Por consiguiente, si este contacto amistoso no da resultado, a los webmasters sólo les queda un recurso: los redireccionamientos 301 y 302, con el fin de canalizar el tráfico que esos enlaces desde la ULR incorrecta hasta el contenido o la página correspondiente.
En concreto, la redirección 301 tiene carácter permanente y facilita el traspaso del posicionamiento de un contenido A —inexistente y responsable, por tanto, de errores 404— a un contenido B —accesible para los usuarios y que satisface sus necesidades—. Como es evidente, debe existir una concordancia semántica entre la página enlazada y la redireccionada; por ejemplo, el enlace «regletas baratas para ordenador» no debería conducir a «cables alargadores de 50 metros», pues no son productos equivalentes, y el usuario probablemente abandone el sitio web.
Por su parte, la redirección 302 posee un carácter temporal, que impide que la página original pierda su posicionamiento en el ranking de búsqueda. Con este tipo de redirección, se mantiene el tráfico proveniente de los enlaces afectados, mientras se corrigen los errores de la página o recurso originalmente enlazado.
Aclarado esto, tras comprobar los enlaces rotos y listarlos en un documento excel o similar, se procederá a redireccionarlos de forma manual o con ayuda de plugins como ‘301 Redirects’, ‘WP 404 Autoredirecto to similar post’, ‘Easy https Redirect’. En este sentido, se recomienda evitar ‘All 404 redirecto to homepage’ y otros plugins similares, por incrementar la tasa de rebote del sitio web.
Sintetizando lo anterior, los enlaces rotos son perjudiciales para el posicionamiento SEO y la experiencia del usuario. Las redirecciones 301 y 302 son ardides útiles para solventar este problema en links internos y externos, sobre todo cuando en estos últimos no es posible contactar con el administrador responsable de su edición.
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