El futuro del SEO
Google marca el ritmo a seguir en la Red, al menos en Europa y EEUU. Guste o no, el coloso de Mountain View todavía mira de lejos a sus más directos perseguidores: Bing y Yahoo. Según las últimas mediciones (aportadas por comScore y Pew Internet & American Life Project), y a pesar de sus controvertidas nuevas políticas de privacidad, Google acapara el 66,4 % de las búsquedas totales en Internet. Bing, el producto “maldito” de Microsoft, ha dado últimamente agradables y quizá inesperadas sorpresas a la corporación creada por Bill Gates, superando a Yahoo a nivel global. Sin embargo, su 15,3 % de cuota de captación no parece aún suficiente siquiera para inquietar a Google.
En previsión de que tenemos Google para rato, los profesionales y usuarios debemos saber adaptarnos a las nuevas exigencias que nos propone, o, más bien, nos exige el gigante de la Red. Bien es cierto que no son exigencias que nazcan del capricho de una élite de iluminados ni de una corporación cuyo interés financiero esté por encima de todo, incluso de la calidad. En efecto, Google viene trabajando desde hace ya unos años en optimizar las búsquedas y hacer más accesible la información relevante entre tanto caos informativo.
La extensión de la Red a la casi totalidad del planeta y su potenciación en aquellos países donde dio sus primeros pasos, ha hecho necesario desarrollar herramientas que agilicen la búsqueda y ayuden a tomar atajos para llegar a buen fin. El buen fin es una información o contenido de calidad. Esto es al menos lo que proclaman y pretenden los portavoces de Google, quienes encuentran en su blog el escaparate perfecto para anunciar sus novedades; novedades como lo fueron en su momento Google Instant o Google Panda.
A finales del verano de 2010, los de Mountain View volvían a la actualidad (si es que en algún momento dejan de estarlo) de mano de una nueva funcionalidad: Google Instant, que brinda al usuario la posibilidad de acortar el tiempo en sus búsquedas, puesto que los resultados van apareciendo a medida que se escribe en la caja de búsqueda. Según la compañía, el ahorro de tiempo puede fluctuar entre 2 y 5 segundos por búsqueda. En principio puede parecer un tiempo insignificante, pero esta posibilidad a la que muchos ya están acostumbrados, ahorra cantidades de tiempo importantes en búsquedas de largo alcance y, sobre todo y aunque no se perciba inmediatamente, estas y otras mejoras alivian el cansancio a largo plazo durante la navegación.
Google Panda fue más allá. El nuevo algoritmo desarrollado por los cerebros de Google hizo temblar los cimientos de algunos de los portales con más solera de los últimos tiempos. Entre las plataformas de contenidos, Wikio-Experts y Suite 101 fueron víctimas especialmente afectadas por el revolucionario algoritmo. Los criterios que debe tener en cuenta el buscador a la hora de exponer los resultados, son en definitiva el alma de ese algoritmo, pura matemática pero que afecta a cuestiones muy humanas, como puedan ser el éxito o fracaso de un negocio o, simplemente, el de un blog sin interés económico pero sí divulgativo.
En la Red pueden verse simpáticas infografías en las que un oso panda contento o enfadado explica las funciones del algoritmo. El oso panda se enfada cuando detecta contenidos duplicados, irrelevantes, con enlaces interesados pero no interesantes, con spam, de baja calidad visual, con textos plagados de faltas de ortografía y pobres en redacción… Cuando Google Panda se “enfada”, envía todas estas webs y portales a posiciones alejadas de los puestos más deseados. Y cuando considera el contenido de calidad, lo premia situándolo cerca de esa ansiada primera página, si no ya entre los diez primeros puestos.
Pero desde hace unos días las cosas han ido todavía más allá. A pesar de su, generalmente, buena relación con los blogs y webs que usan la técnica SEO para posicionarse y de que, incluso, ha primado y favorecido la utilización del SEO, parece que las cosas otra vez se les escapan de las manos en una Red que no para de crecer. Según Matt Cutts, ingeniero de Google, el buscador penalizará en adelante las webs que abusen de las técnicas SEO. Por ejemplo, aquellas que exploten antinaturalmente el uso de las keywords, sufrirán los castigos del temido oso. Sin embargo, los profesionales que cuentan con el SEO entre sus más queridas herramientas, están acostumbrados a los cambios y a buen seguro sabrán adaptarse a las nuevas circunstancias.